Regian Fast Food

Imaginemos el escenario.

Un día cualquiera. Soleado. Nublado. LLuvioso.

Es hora de comer. El estómago así lo indica.

Hay varias opciones, pero se antoja una de alto contenido calórico.

A) Puede ser un Hot Dog de carrito. Una ponderosa frita con sus aderezos correspondientes. Nada que implique una salchicha para asar puede ser fácil de comer.

B) Puede ser, también, un pirata. Pero la gente te ve mal cuando pides cuchillo y tenedor. Ni en el sushi te han dedicado una mirada de reproche tan importante.

C) Puede ser, por qué no, que el hambre sea tanta y tan inmensa que una Carl`s Jr sea un canapé para ese hueco en el estómago. Pero ¡oh! una mancha de catsup en el único traje sastre que tienes sería catastrófico.

D) Los tacos son una opción más limpia. Pero eso sí, como mujer es preferible ir acompañada, se siente muy feo pedir dos de picadillo en harina y comérselos mientras un grupo de trogloditas, en su mayoría del género masculino, de la prepa whatever acaba con los de chicharrón, cortadillo, frijoles, etc.

E) Los nachos del OXXO no suenan mal, pero embarrarse de queso y chuparse los dedos cuando has andado todo el día en la calle puede ser temerario. Tal vez cargar con el gel anti gérmenes sea lo más adecuado para estos casos.

Hace un par de días opté por la primera opción. Lo pedí con todo y además, me sirvieron cebolla como la de los tacos de bistec. Aquella cosa no era obscena, sin embargo, era difìcil de maniobrar.

Ana, en su desesperación, gritó:

--- Definitivamente la comida rápida regia es para machorras

--- ¿Esta medio incomible?

--- Criseida, NADA que implique una Ponderosa en un pan para hot dog es comestible...

Luego de sendas carcajadas completé el pensamiento filosófico de Ana: la comida rápida es para machorras o bugas trasnochadas y pedas. Porque mira que perder el estilo de día, delante de los coworkers o a solas en un puesto de tacos no es nada ni remotamente lindo.