Leo la poesía de un idiota y me quedo boquiabierta, pensando en el interior de mí: "¿y bueno, éste que se cree?", cómo puede tener tan poca vergüenza y andar escribiendo sus vergüenzas y cosas que dan vergüenza. Y me enojo y mucho, porque la mejor poesía, no que escribí, sino que concebí dentro del universo, la escribí cuando tenía quince años y tenía yo una fijación idiota y me creía la versión renegada de la Sociedad de los Poetas Muertos, misma que ahora odio tanto. But, please don´t get me wrong. I´m not biter or mad.
Gente de la prepa, mi ancestro, me dicen quitadísimos de la pena que si sigo escribiendo y yo, cual adicta a la televisión, enajenada y alienada social le contesto como boxeadora venida a menos: "Ya no me sale".
Y vaya, que me dan tantas ganas de volver a escribir y hubo una vez de usted una niña, y la inspiración fue lo peor que le pasó al saco azul, y viejita ni tu poder ni yo poder y toca la tambora turún turún, pero nada más no sale de mí un ápice de poesía.
Guardo en el corazón, como si de ahí fueran a emerger, las imágenes que me conmueven. Guardo un perrito de globo que me regaló un payaso sin talento en el camión, el balón de fútbol relleno de piedritas que me vendió un operador, la botella de Sprite vacía rodando por la calle, el olor a príncipe de fresa, prófugo de la planta de Bimbo, cuando empujo a Diego en el columpio. Guardo el pic nic en las perreras, la barda caída, el candado puesto, el perro que se comió la comida de la tortuga, el paseo en el parque de enfrente, con el solazo. En fin, guardo tanta tontería en el corazón y la archivo segura que de ahí nunca va a salir.
Aquí se rompió una taza, oh poet, y cada quien para su casa.
Wednesday, March 14, 2007
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2 comments:
Tú escribe. El mundo sabe cómo defenderse de nosotros.
Mi maestro dice que hable aunque me salga mal.
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