Wednesday, May 07, 2008

Nosotros los mortales

El domingo, mientras Ana navegaba en internet, prendí la tele para ver qué había, y nada más de pronto, DEPELÍCULA activó el recordatorio de que estaba por comenzar la primera parte de la trilogía de Ismael Rodríguez: Nosotros los pobres. Y bueno, ya antes había platicado sobre el particular con una buena y estimada amiga. He aquí las consideraciones:


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1. Para ver cualquiera de las tres películas (hagan clic para ver las primeras partes: Nosotros los pobres, Ustedes los ricos, Pepe El Toro) hay que tener un hígado a prueba de melodramas, porque difícilmente uno puede llegar al final de cada una sin antes haber dañado mal pedo su sistema nervioso.

2. Para entenderle, a cualquiera de las tres películas, hay que tener un excelente y refinado oído porque la mitad de la película es cantada y la otra mitad silbada. Eso sin tomar en cuenta que de la mitad que es cantada, a su vez, su mitad es llorada y la otra mitad está compuesta por frases como "ni hablar mujer traes puñal", "murió", etc.

3. Es, además, altamente probable que siempre hayan pasado las tres juntas y uno terminara parándose para ir a comer, al baño o simplemente porque uno también tiene vida, y en ese momento todas las historias se confundían, razón por lo cual todo mundo sabe lo que pasó, pero nadie sabe en cuál de las tres pinches películas sucedió. O a ver, ¿son ustedes capaces de decir en cual de las tres se llevó a cabo la escena cúspide de la azotez mexicana?

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4. Eso sí, hay que agradecerle unos buenos legados que nos dejó: Siempre, invariablamente, en la prepa o en el coro de la iglesia o en uno de esos grupillos hediondos tipo Frater o Getsemaní, existía la entrega de "macanazos" o alguna idiotez similar y siempre siempre existía la nominación equivalente a nuestro dúo dinámico mexicano: La Guayaba y la Tostada. Yo nunca me lo sacaba, aunque era igual de briaga. En realidad, tal vez podrían nominarme al premio Chachita: por haber aumentado 10 kilos entre película y película.

5. Y claro, aunque Hollywood no lo quiera reconocer, Pepe El Toro no le pide nada a Rocky, chingadamadre.

En fin, la trilogía que hizo famoso a Pedro Infante (¿sería ésta en realidad?) no es algo fácil de digerir y aunque es un mega drama y un puñado de desgracias, uno hasta termina pensando: "Pues ¿qué era lo macabro de Lecumberri? Si Pepe El Toro se la pasaba a toda madre, cante y cante con los cuatro integrantes del Trío Cantarrecio".

5 comments:

A. said...

Esto es el comienzo de la carrera doctoral!

Asilo Arkham said...

¡Juar, juar, juar! "Pepe El Toro no le pide nada a Rocky, chingadamadre." Pedro era mejor actor que el Stallone, Cris. La escena de la azotea fue en Ustedes los ricos. Felicidades por el nuevo decorado.

Lenchas Inc. said...

Jajaja ¿cómo olvidar aquel desgarrador "Toritoooooooooooooo"...?

¿O el dramático "Pepe el Toro es Inocente"?

jajajaja verdaderas joyas del cine.

Carmen said...

me encantó el porcentaje en que dividiste la serie. Demasiado moco para, pero chingado, ¿quién no lo ha visto?

Ayax said...

¡Pepe el toro es inocente! Un amigo cuenta que alguna vez se puso a gritar esa mamada estando pedo... qué cosas.

En mi opinión el anterior diseño quedaba mejor.

Por cierto, oí un rato el programa de radio. Me dio gusto que les dieran el espacio. Lo único que no estuvo bien fue el conductor del programa a quién ya me había tocado oirlo varias veces y en todas acabo cambiándole de estación. Prefiero a Mariana h (ache?) en imagen :)

(hey no se comparan pero está más o menos a la misma hora)

Felicidades por ir abriendo más espacios para su causa.

Un abrazo.

P.D. Tengo la teoría que cuando leen tu nombre las personas piensan: ¡se equivocaron no es con "c" es con "g" (o "b")!