No están ustedes para saberlo, ni yo para contarlo pero a lo que me he estado dedicando los últimos once meses ha sido a chulear la segunda edición de un libro sobre la historia de Monterrey. Comprenderán que, aunque los autores se sientan lastimados en su fuero literario, algunos capítulos son un infalible remedio para el insomnio. Y bueno, como comenté en algún otro momento, la historia de mis últimas dos semanas empezó así:
Resulta pues, que a casi un año de todo esto, la prisa les entró debido a una extraña motivación. Nos dijeron en la junta: "El libro tiene que salir en 15 días porque en 15 días sale el barco, y los chinos son muy cuadrados". Yo me fui de espaldas porque era 30 de mayo y porque no entendía que putas hacían los chinos en el libro y sobre todo, ¿por qué iban en barco habiendo tantos aviones? "Ha de ser la crisis", pensé, pero más adelante entendí que a lo mejor los chinos iban a imprimir los libros y el tiraje iba, naturalmente a ser trasladado en barco. Pero bueno, esas fueron mis deducciones, porque luego empezaron a discutir que si las pruebas azules y los negativos se iban a hacer en Guadalajara, o en Estado de México o en San Juan Chicomula y que por favor fuéramos tan amables de poner en la hoja legal que el libro había sido impreso en Bogotá. Mi confusión fue mayúscula. El punto es que el mencionado libro tiene tres tomos que juntos son algo así como mil quinientas páginas y una persona cuyo puesto no nos quedó claro a nadie opinó que el libro debía volver a leerse y que con que nos echáramos cien hojas diarias la hacíamos, pero eso sí, que por favor cumpliéramos la cuota y que ya que lo estábamos volviendo a leer que buscáramos todas las partes que tenían abreviaturas tipo "etc" y las cambiáramos por la palabra entera ("etcétera").
Al cabo de tres días ya estaba yo alucinando, sobre todo porque me pusieron a trabajar al lado de Monitoreo donde a cada tres segundos sale el comercial de FAMA. (Niurka insaciable, ahora quiere a sus dos ex esposos en la cama) y a que el diseñador me dijo: "imagínate el libro cabeceado así", empecé a desvariar y salió esto que titularé LA HISTORIA SEGÚN FAMA:
1. Carvajal y de la Cueva: ¡¡¡DIEGO DE MONTEMAYOR ES UN IMPOSTOR!!! Yo fundé primero Monterrey.
2. Carvajal y de la Cueva: Ahora resulta que nunca realizó prácticas judeizantes.
3. ¡¡¡Qué infamia!!! Martín de Zavala traficaba con nativos y los convertía en esclavos.
4. Juárez estalla: Por imperialista y ambicioso corrió a Vidaurri a la Nueva Santander
5. Del Canto insaciable: No le bastó fundar Saltillo, llegó con todo y tropas a los Ojos de Santa Lucía.
¿Debería seguirle con el resto de los siglos?
4 comments:
Las FAMAS son siempre terriblemente injustas con los cronopios. Así es esto.
Ánimo. Un beso, J.
...comienzo a sentirme celoso de 'ese' diseñador, jajajaja geniales los titulares famaosos
Saludos!
jajaja celoso porque le ayudo a corregir las cajitas o por qué?
Si te da flojera seguirle al resto de los siglos cuando menos haz unos del tiempo de la revolución, que estuvo movidito, ¿no?
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