... que vuelvo a tener 19 años y Mejorado vuelve a entrar en aquel salón del cuarto piso de Aulas I muy contento y muy cabrón, y yo lo veo y él me ve sin sospechar (y no tendría por qué) que esa vez tampoco resolveríamos nada, que sólo el universo nos estaba dando la oportunidad de volvernos a ver tan seguido, tan de cerca, tan martes y jueves de 5:00 a 7:30. Que la historia había quedado pendiente y Aulas VII lo constataría uno o dos semestres más cuando sin falta, a la hora del receso, me pasaba por ahí y lo acompañaba a la máquina de cocas para que comprara una botella de agua y luego a la vending machine para comprarse unas conchitas y entonces por primera vez me hablara como se hablan los adultos y me contara de la pena, de su pena, una pena que traía en ese momento, y yo quería abrazarlo y él quería que alguien lo abrazara, pero yo no lo abrazaba, ni él me pedía un abrazo porque era algo que nunca iba a ocurrir. Y yo lo sentía triste y él se sentía triste, y un día le llevé una bolsa de canicas y ese día me sonrió y me dio las gracias por todo, las gracias por todos los cuatro años anteriores de tantísima devoción y tantísima necedad y tanto estar jode y jode, y tanta pinche carta, y tanto tiempo que no tenía para mí.
No, no sé. Por qué será que de pronto vuelvo a subir hasta ese cuarto piso y lo encuentro apresurado porque quiere ir al baño antes de empezar la clase y yo me voy despacito hasta el salón y me siento enfrente del escritorio y entonces regresa y como si nada, como si viniera mucho al caso, hace una pinche prueba de estilos de aprendizaje o algo así, y yo me concentro en contestarla y veo que nada más me está viendo y yo no entiendo que lo que quiere es arrebatármela para saber qué tipo soy y cuando lo hace, cuando me quita la prueba grita emocionado "ya sabía, ya sabía que le iba a salir eso".
Yo no sé.
Yo ni siquiera alcanzo a entender.
Yo no sé.
Yo ni siquiera alcanzo a entender.
Y ahora, después de 12 años, solo puedo imaginar que para resolver esta historia vamos a tener que nacer de nuevo. O no sé, tal vez ya se resolvió y yo he quedado dando y dando vueltas.
Con 19 años, con todo el corazón estrujado, con todo este presentimiento, con toda esta pena que me da que atracciones así, que pasiones así, que amores y tensiones como ésta nunca se mueran, solo se guarden, solo se almacenen y que pasado cierto tiempo anden nomás y se vayan a la chingada.
6 comments:
¿Y qué habrá sido de él?
Por cierto, me perdí la presentación de tu novela porque tengo clase todos los días de 19-20:30. Me contaron que estuvo muy divertida.
Te mando muchos saludos!
pues ahi anda...
AAAAH pero en julio hay otra, a ver si ya te cambió el horario para entonces...
...y si invitas al profe?
invitarlo a dónde?
a la presenteishon del book
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