Hace algunos muchos años, cuando estaba de moda la programación nuerolingüística, andaba faroleando mis conocimientos en la materia con mi Tía Juanita. Le dije "Tía, no bromees de esa manera porque el subconsciente no tiene sentido del humor" y ella se carcajeó y me contestó "pues qué arrastrado es ese subconsciente!!!!".
Ahora bien, una vez compartida la anécdota paso a contarles lo que soñé en días pasados. Resulta que, en mi sueño, estaba yo en Houston y había ido a una discoteca que era como en el estacionamiento subterráneo de un complex de apartamentos. Y bueno, entre canción y canción, de pronto aparecía en la escena... sí, señores, aparecía en la escena mi némesis, el señor Ricardo Arjona!!!!!
El problema no es que existas... el problema es que te sueño.
Eso no es lo peor, uno puede tener un mal sueño y ya. Pues no. En el sueño yo me le acercaba y le decía que teníamos que aclarar algo. Sí, no es solo que soñé con él sino que HABLÉ CON ÉL EN EL SUEÑO!!!!!! Y no sólo soñé y hablé de cualquier cosa, noooooo, sino que le expliqué que no era que lo odiara, que no era algo personal contra él, sino que era una postura política.
En ese momento, AFORTUNADAMENTE me desperté y corrí de inmediato a prender el radio, lo que fuera, cualquier cosa, con tal de olvidar la broma que me había jugado el arrastrado de mi subconsciente.
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