Thursday, October 21, 2010

Como se sufre en ambos lados de las clases sociales...

O al menos eso nos ha enseñado Arjona. El punto es que el día de hoy, pese a que el budget quincenal al que me tiene constreñida mi mujer no contemplaba que yo abordara un taxi, le hice la parada a uno como por obra del azar.
Me subí al vehículo y muy en mi pedo únicamente saludé con un cortés "Buenos días" y me puse a ver a través de la ventana. El conductor, autorizado no sé por qué clase de licencia poética, me dijo con toda propiedad si es que podía hacerme una pregunta. Yo supe, en ese preciso momento, que las historias de taxi había vuelto.
No le dije nada, simplemente me quedé atenta y esperando la pregunta que de cualquier modo me iba a hacer. Me preguntó. "¿usted estudia o trabaja?" Yo, en todo este arte que he labrado durante treinta y dos años, me escabullí y solo dije : "¿por qué?". En realidad no tengo una particular política sobre contestar o no esta pregunta, pero mi mente paranoica empezó a maquinar que tal vez me quería involucrar en la venta de Herba Life o Avón o incluso, que me quería ofrecer el crédito de Wal Mart y de Suburbia.
Pero no, el taxista no quería hablar de cosas tan intrascendentes, muy por el contrario, quería darme un mensaje. No es que yo sea escéptica, pero dudo que los ángeles me hablen a través de conductores de taxis. Ahora que, su postura mística ante la vida era muy interesante: Decía que el dicho aquel de ama a tu prójimo como a ti mismo nos estaba llevando a la chingada. Dijo: "hacen con ese amor pura cochinada. No, en realidad deberíamos cuidarnos los unos a los otros, eso pararía todo esto que estamos viviendo". Luego me dijo que la clave de la felicidad, la belleza y la longevidad radicaba en tres cosas: decir "Buen día" porque sólo vivimos un único día; decir "voy a descansar" porque dormir es para siempre como la Bella Durmiente; y "cúidese" en lugar de "adiós, hasta luego e incluso gracias".
Yo sólo escuchaba con atención porque en realidad no tenía manera de refutarle ningún comentario, además que no valía la pena, ¿no? Entonces el señor me dijo muy serio "dígame lo que piensa" y yo sólo me alcé de hombros, entonces contestó: "se quedó sin palabras... eso lo sé".
Antes de llegar a nuestro destino me dijo que si me preguntaba quién era que no me preocupara, que la gente lo llamaba de muchas maneras pero que no se me ocurriera decir que esa plática la había tenido con un taxista porque no, no era un taxista, era un mensajero. Y que no dijera que había sido un taxista porque al rato iban a matar a un taxista como mataron a Colosio y a Jesucristo, por tratar de hacer cambios.
A final de cuentas, el mensaje lo redujo en dos cosas: utilizar la mente y no ser tan materialista. Luego me preguntó por último: ¿tiene algún pensamiento? y la lentitud que me caracteriza para contestar lo hizo adelantarse a cualquier posible respuesta mía: Claro que no... eso también lo sé. No usa su mente, no está acostumbrada a pensar. Ni me ofendí. Es posible que sólo me dedico a pensar y pensar y pensar pero mi mente carece de cualquier clase de poder.
No le di las gracias, sólo le dije "que tenga buen día y cúidese". Lo más curioso de todo es que plática tan extraña me puso de buen humor y con ganas de intentar, al menos por tres semanas (que es lo que me duran las novedades) decirle a todo mundo "tenga un buen día, cúidese, me voy a descansar".

2 comments:

Tania said...

Parece ser que tu taxista es una sucursal de "el Ánimo" de Querétaro.
La leyenda urbana dice que este personaje perdió a su familia en el temblor, se mudó a Querétaro, y después de una recuperación y subsecuente metamorfosis se convirtió en "El Ánimo", un mecánico automotriz que se pasea por Querétaro en un automóvil tan destartalado que no se distingue ni el modelo ni la marca, y que grita por las ventanillas "ánimo, ánimo" a los peatones. Claro que como tú necesitas algo más sofisticado para ponerte de buen humor tu sucursal te salió más esotérica....

Carmen said...

Estas historias que te pasan sobre los taxistas son como las historias que me tocan en el mercado con el carnicero, jajaja.

http://saboreartentusiasma.blogspot.com/2009/02/el-carnicero-de-tebas.html

Besos querida.