Tengo un nuevo trabajo. Soy maestra del CNCI, lo más cerca que he podido llegar a TV AZTECA. Llegué para una plaza de asesora, no propiamente maestra de cátedra. Se trataba como de ir orientando a los alumnos de la nueva modalidad, la PREPA PLUS. Llegué a la entrevista de trabajo y al ver mi vasta experiencia, modestia aparte, la persona en cuestión empieza a hablarme en inglés, quesque porque si yo viví en Estados Unidos, algo debía saber. Yo, súper infartada, que le digo: A mí nomás que hableme en español, seño, I´m here because I´m Spanish Teacher, verdá? So, please continue with this entrevista, I´m in a really big hurry porque Manuelito nos trae en chinga loca. En aquellos tiempos, Ana y yo todavía eramos ruleteras computacionales. Total, la mujer me ignoró y siguió hablando en inglish y yo con cara de juat le dije que sí entendía todo lo que me decía, nomás que no me daba la gana contestar. Me dijo: Are you understanding? Did you understand what I said? Con cara de frustración le contesté, I did. Y me dice: perfecto, si entiendes puedes enseñar. Te voy a programar clases en Inglés para que ganes el doble de lo que te había dicho. Cabe destacar, querido público, que no tuve escrúpulos y acepté.
Luego de ponernos medio de acuerdo, me mandaron a abrir mi cuenta al BANCO AZTECA y yo casi entré con antifaz, luego recordé que estoy viviendo en San Nico y que en realidad, más bajo no puedo caer. Regresé al CNCI muy contenta y me dijeron que debía entrar a observar una clase modelo, es decir, una asesoría modelo. Entré yo, bien ilusionada, al salón y vi el comportamiento natural de las cosas, vi cómo la maestra, cual escuela rural, atendía a chavos que llevaban Matemáticas y Biología. La cosa más natural del mundo, excepto que la maestra, cabe aclarar, es egresada de Comunicación y Periodismo.
Me trajeron toda la semana como su pendeja. Que si ven tal día a la seis, que si vuelve mañana temprano, que si mejor vuelve a venir a las seis, así hasta que por fin entré en funciones. Di mi primero clase de inglés el sábado. Le pregunto yo, bien inocente, a la mujer que me entrevistó: Bueno, ¿y ocasionalmente puedo hablarles en español? Y me contesta: Al revés, ocasionalmente puedes hablarles en inglés. Yo dije, ay qué modernos.
Luego me dicen que el lunes ya podré firmar contrato, pero que primero les ayude a hacer algo importante. Yo, servicial que soy, dije que sí. Entonces me dieron una bolsa con tres paquetes de galletas, diez vasos y una Coca de dos litros. Me dijo: pon las galletas en un plato y sirve la Coca en los vasos. Yo pensé para mis adentros: ha de ser una prueba de motricidad o de creatividad; sí, más bien de creatividad, a ver cómo combino los colores de las galletas para que se vean bonitos y a ver cómo está mi sentido del espacio con los vasos.
En fin, hice pacientemente el mandado, nomás porque ayer acabo de ver The Pursuit of Happyness y casi lloro en el cine.
3 comments:
Por Dios, yo todavía no puedo creerlo. ...che sitio weirdo.
jajajajajajajajajajajajajajaja
Deberías reescribir the pursuit of happiness pero que en vez de un papá sean dos mamás, y con gemelos.
Y chale con el CNCI. Yo fui una vez a una entrevista y me hicieron lo mismo.
Ah, que bonita la vida de los comunicólogos recién graduados, la verdad mejor hubieramos salido de la prepa para hacer tacos y nos ahorrabamos un par de vueltas inútiles a pedir chamba en TV Azteca... Bueno, yo si pasé de la puerta pero mi entrevista fue algo menos que descepcionante... Se pareció a la que hiciste en el CNCI, pero me tocó un entrevistador.
En fin... la felicidad es algo fácil de perseguir, pero más dificil de alcanzar.
Suerte en ello.
D.
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