Thursday, May 03, 2007

Je ne serai pas héros

Cuando era joven, quiero decir, más joven. Cada día quería ser una persona distinta. Quería ser Tina Modotti y Esmeralda, la "De noche vienes Esmeralda". Quería ser Nelia, Sagitario, sin problemas para hablarle a los Betos ni a nadie en el salón de noveno. Quería ser Ericka, Escorpión, que quién sabe cómo se ligó al pandillero nuevo chilango que entró a mitad de año a movernos toda nuestra moralidad regiomontana. Quería ser Lucerito, para que me cargara Omar Fierro, mientras de música de fondo se oía: Dimeeeee, quién sabe cuándo llega el amoooor.
Quería ser Rosaura Barahona, porque dizque era feminista y muy respetada por las rancias conciencias. Quería ser Carlos Salinas de Gortari (incluso ahora, creo que quiero seguir siéndolo), para que en las fotos mandaran a los altos muy lejos de mí. Quería ser Sor Juana Inés de la Cruz para haber escrito: ¿En perseguirme, mundo, qué interesas? ¿En qué te ofendo, cuando sólo intento poner bellezas en mi entendimiento y no mi entendimiento en las bellezas? Quería ser Gloria Trevi para bañar con Coca Cola a mis fans. Quería ser empacadora de Soriana, cajera de HEB, empleada doméstica en la casa de algún narco. Quería ser Doña Bárbara y Doña Diabla, hasta los momentos previos a que doblara las manitas y se convirtiera en la fierecilla domada del Piporro.

Quería ser como muchas de mis amigas: como Prompt, que cada comentario iba aderezado por un comentario picosito; como Delyvette, que era todo un personaje ingenuo y asediado por chicos y grandes, hombres y mujeres; como Sharon, que no tenía que hacer grandes esfuerzos para pasar Matemáticas (con Valerio); como Mónica, cuya voz prodigiosa conquistó los oídos más exigentes; como Neri; como Alehelí.
Quería ser Gloria Marín, pero no mucho, porque la mochilez de los años cincuenta en México estaba cabrona.
Quería ser enfermera militar, cantante en un bar de lesbianas, actriz de melodramas, cantante de ópera, guía en el museo de las momias de Guanajuato, rejoneadora, trotamundos, presidenta de la nación, rock star, mariachi y un largo etcétera.
Aún ahora, a punto de cumplir 29 años. Me encuentro en el antiguo vicio de querer ser alguien más que esta humilde correctora del periódico El Valle de Reynoville.
Me pregunto, sino fuera quien soy. Si fuera otra cosa. ¿Seguiría fantaseando con toda esta serie de oficios y profesiones que nunca seré? Probablemente la respuesta es que sí, porque nunca me he caracterizado por "estar donde quiero estar", es decir, tengo por costumbre "estar donde quiero estar", siempre "en camino hacia donde realmente quiero estar". Soy una persona en perenne estado de transición. Creo que eso me ha llevado a tener momentos realmente buenos, pero no deja de parecerme algo muy cercano a la insatisfacción. No por nada, una de mis canciones favoritas es aquélla de José Alfredo Jiménez:
yo ya quisiera quedarme juntito a mi gran cariño, pero ésa no fue mi vida navegar es mi destino.

4 comments:

Kickapú said...

Me acuerdo cuando admirabas el habla de Mary la secretaria del departamento allá en NM ¿te acuerdas cuando me dijo "Don´t forget your cheque, mijo"?
Se me hace que allí los dos queríamos ser y hablar como ella jeje

grg said...

Y todas las que has sido? Porque también están todas las que has sido y que todavía están en ti.

Akaotome said...

Mary, jajajaja sí...
Pero definitivamente NUNCA como Reichel Pena.
Confieso sí, he sido muchas veces Criseida. Nada menos ayer... fui más Criseida que nunca.
Gracias por sus comentarios (en particular, Giannina, gracias por tus deseos de cumpleaños, jajajaja).

Carmen said...

¿Para que quieres ser otra? Criseida me encanta.
Muchas felicidades en tu cumpleaños, que tengas muchos más, con mucha salud, trabajo y amooooooorcito.
Un abrazo y beso