Wednesday, August 13, 2008

Habrá un puerto donde pueda anclar...

Yo quería cantar. Quería cantar y cantar, porque eso veía que hacían mis tíos y a mí me decía algo el acordeón del Tío Juan José y el bajo sexto del Tío Poncho. Y me decía algo el coro desafinado de la Tía Blanca, la Tía Paty y mi madre.
Y sucedió entonces que pese a no comulgar con el catolicismo, me enrolé con el coro de la iglesia, la que está enfrente de la que solía ser mi casa. Y sucedió entonces que conocí a Lucy, y a Jaime, y a Abril. Y sucedió que me aprendí santo santo en el cielo, y cordero de dios que quitas, y hemos entregado nuestras vidas al señor, y aleluya aleluya. Y me dio un crush con Lucy, y seguí en el coro, y a todos les daba curiosidad saber por qué no me persignaba, ni por qué no rezaba el Padre Nuestro, ni por qué evitaba ir a los retiros y a la capilla cuando exhibían al Santísimo. Y yo me concentraba en cantar hasta que llegó a mi vida esta canción:

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Y como yo tenía un crush con Lucy, nunca faltaba a los ensayos, y como nunca faltaba a los ensayos, a veces podía escoger qué cantos ensayar, y siempre me ponía necia con éste, pero Lucy no lo quería cantar porque era "impropio", es decir, no fue compuesto por alguien de la iglesia. Y yo dibujaba barcos en el libro de historia y sentía tristeza, y me conmovía hasta los huesos de los amores que no supe alcanzar, y Lucy me decía que no le importaba que nunca me persignara y que nunca rezara, -- porque yo nunca rezo--, porque el que canta ora dos veces.
Y yo no sé si sea cierto... pero cuando escucho esta canción algo dentro de mí se mueve como cuerda de piano y entonces pienso que pienso mucho, y que ocupada de pensar tanto no siento.
No rezo, yo canto... supongo que eso está evitando que me convierta en una bestia.

5 comments:

Anonymous said...

Gracias por este extraordinario post. Poético. Además de que has traído a Mocedades de vuelta, yo también crecí rodeado de sus LPs y con "sombrero de ala ancha y un clavel en la solapa". Firma: un fan de tu tintero.

Tania said...

Qué sacrílega, Cris, te gustaba tu compañerita del cooooro!!!
A mí me gustaba la maestra de matemáticas en la prepa. Es que yo no era tan precoz.

Akaotome said...

manuel: mocedades es la neta, gracias a ti por leerlo
tania: jajaja me has dado una idea estupenda... contar mis amores sacrílegos!!!

Tania said...

...y eso que tú no fuiste a la escuela de monjas.
Yo sí. Me hicieron intentar llegar un pelota al aro de basket-ball todos los viernes durante un año escolar completo, pero yo era una pulga y no llegaba ni siquiera tirando la bola estilo "tamalera".
Encima, mis compañeras me ganaban siempre a la matatena.
Fue horribleeeee!

Carmen said...

Guacamole podrido las iglesias.

Por cierto querida, ya le compusieron al Marcelo un rap en Tepito, aunque el monito que lo hizo se fusiló a otro rapero. Entonces digo yo ¿cuándo le haces su rap al Peje? Yo quiero leer tu novelaaaaaaaaaa rapera