Appreciation Luncheon del demonio

Hace dos semanas recibí un correo de que le estaban organizando un lonche apreciativo al jefe de jefes de aquí del trabajo. Yo, dizque por ahorrar, me apunté con los platos. Total, el mentado lonchón se canceló y se pospuso para el día de hoy y pese a quinientos mil friendly reminders que me enviaron se me olvidó el dicho evento. Hoy, llego a la universidad ladrando de hambre y lo primero que se me ocurrió fue desayunar, y hasta dije "algo llenador para aguantar todo el día". Total, llegué a la oficina y vi que la gente venía llegando con bolsas y hasta oí que alguien no había llegado porque andaba consiguiendo las cosas del almuerzo. Yo nomás pensé "hasta parecen secretarias de la SEP, trabajan medio turno, entran tardísimo y luego se ponen a lonchear". Y me fui a mi oficina. Total, que casi a las 11:15 me detuve de mis múltiples ocupaciones y una ráfaga de memoria vino a mí. "En la madre - le dije a mi officemate- qué día es hoy?", y que me voy acordando del lonchón y de los putos platos. Entré en colapso nervioso y poco faltó para que saliera del edificio semi desnuda gritando: "un Oxxo, por favor, un Oxxo, díganme dónde está un Oxxo".

Pero me tranquilicé y en un esfuerzo por ser racional, en chinga me puse a tratar de encontrar una solución, pero como apenas estoy empezando mi tercera semana en la universidad no tengo puta idea de dónde pueden estar las cosas. Le pregunté a las personas que en momentos previos había ofendido con el pensamiento y me empezaron a decir dónde podría yo encontrar algo similar a un Oxxo.

"Ve al UC y tal vez ahí tengan", me dijo una de ellas pero arrastrando la duda. "¿El UC?", le dije yo. "Sí, el UC, el que está encima del Chilis". Cuando capté sobre qué hedionda tienda estábamos hablando yo también dudé encontrar los platos.

"Pues hay un HEB en la 610". Estuve piense y piense sobre ese HEB hasta que capté que ese HEB es el que está por mi casa!

"Ah, ya sé", dijo otra, "hay una gasolinera en Scott, toma el Red Route y te deja en el estadio y caminas".

Voy a explicar:

No obstante mi oficina está dentro de un teatro, cuando sales de ahí el edificio que está enfrente es un hotel HILTON! Ok, el punto es que para ir a la parada del camión o a los estacionamientos, la universidad tiene rutas de colores que te van dejando en puntos estratégicos. Yo tenía que tomar la roja, que es la que generalmente tomo, bajarme en el estadio e irme caminando en busca de la gasolinera. Ustedes sabrán que el barrio que está junto a la universidad es peligrosísimo. Ahorita todo mundo anda paranoico porque acaban de matar a una persona en la parada del camión (el homicidio ocurrió a las 7 de la mañana, para el pánico de muchos), y yo me sentía como que me estaba metiendo a la cueva del lobo. Finalmente encontré la dichosa gasolinera con su tiendita incluida. Para mi fortuna tenían los malditos platos. Y cuando fui a la caja a pagar recordé por algunos momentos mi corta estancia en el DF, el cajero estaba protegido con un vidrio antibalas y solamente tenía una rendija por la cual pasar el dinero. Difícilmente se oye lo que se dice en cada lado de la ventana, pero ni falta que hace, ¿no?

Agarré mis platos, me fui en chinga loca de regreso a la universidad y llegué justo a tiempo para la hora del lonche que por cierto era sorpresa.