Wednesday, April 29, 2009

Porque sabrás, amigo es...

Yo a los... ¿cuántos años tenía yo?
Antes de entrar a la secundaria, pues, pensaba que un amigo era en esta vida un enviado de Dios, que un amigo era el sonido de la música, era el cuerpo y rostro del amor. Sí, pus qué, así era yo de cursi. Y sí, qué, también me la pasaba escuchando Juventud AU en lugar de hacer algo productivo. En fin, yo pensaba que en la canción de Magneto se reunía todo el posible marco teórico de la amistad.
Y tal vez lo seguiría pensando si no es que, entre las muchas anécdotas que tengo para contar sobre mis amigos, no cruza por mi camino Rigo.
Yo estudiaba Sistemas cuando conocí a Rigo y yo no sé qué me entró por decidir que me gustaba y que a fuerza quería con él. Sí, porque no fue que me gustara, sino que decidí que él me gustara.
Tengo varias teorías:
1. Creo que acababa yo de salir de un penoso y vergonzoso episodio amoroso y decidí buscar lo opuesto. Si chaparro, alto. Si moreno, rubio. Si delgado, grueso. Si complicado, simple. Así de fácil.
2. Pasábamos todo el tiempo juntos así que en mi retorcida mente había que aplicar aquella máxima de "caminando y miando". Digo, experiencia amatoria no le sobra nunca a una.
3. Me gustaba una canción de Daniela Romo y no tenía a quién dedicársela.
Esos bellos momentos todo todo
Tus lindos ojos verdes todo todo
El fuego de tu cuerpo todo todo todo...
Junto con tu sonrisa todo todo todo...

Pero el tal Rigo era divertidísimo y JAMÁS en la vida me provocó una pasión nivel canción de Daniela Romo. Aún así yo hacía el esfuerzo para ligarlo, no? Que la cartita, que los chocolatitos, que abrazarlo en el cine con Scary Movie, no sé, cosas de esas. Y él se botaba de risa y no me tomaba en serio yo creo que porque se me notaba el relajo en el fondo.
Y entonces sucedió que el día de ayer una amiga que tengo años de no ver me dice por el chat de Facebook: Oye, a que no sabes quién se casó?
Y yo: No pos no sé.
Y la amiga: Pos Rigo.
Y yo no sé qué sentí, se me vino como de golpe toda una época de mi vida, todo un esfuerzo de mi vida por descubrir cosas, por descubrirme la vida, pues. Y se me vino de pronto el máximo conocimiento que me dio Rigo: No podría andar nunca con un Tauro tan pazguato, tan que no se entera de nada, tan puro chiste, tan vamos a vivir la vida, tan sé que te gusto pero nunca voy a permitir que nuestra amistad se modifique con experimentos, tan sedúceme mientras me boto de la risa, tan me da hueva cambiar nuestra rutina. En pocas palabras, nunca podría andar conmigo misma.
Pero quiero un chingo a Rigo. Siempre quise un chingo a Rigo. Pero soy tan mala amiga, soy tan la antítesis de Magneto que cuando me cambié de Letras nos dejamos de hablar y cada quien se fue con su cada cual.
Y el drama de todo es que Rigo no tiene Facebook. Y no puedo ni siquiera mandarle un mensajito de felicitación.
Y el drama de todo esto es que sentí cosita.
Y el drama de todo esto es que sentí que quisiera volver al pasado y ser como ahora soy.
No... no he vuelto. Sigo en mi drama de no saber lo que siento. Sigo en mi drama de haber bajado al infierno de Dante. Sigo en mi drama de las promesas que se hacen a lo pendejo y a la pendeja...
Qué será pues? La influenza? O la influencia?
La ventaja es que Daniela Romo me pone de buen humor.

Así es, quiero ser esa locura que vibra muy dentro de ti na a á...

2 comments:

Tania said...

No me había dado cuenta de que Daniela Romo es una "artista" no solamente en el sentido de que salía en el TeleGuía, sino tamibién porque cultivaba una imagen fuera de lo cotidiano: el pelote, la bocota, el dramón...

Akaotome said...

Eso que ni que...