Las vueltas que da la vida

Soy una quejosa profesional. Me quejo de todo. Del sistema de transportes urbanos, de tener un horario de trabajo de la chingada, de no tener tiempo para nada, del sol, del frío, de que se me haga tarde, de tener que tender la cama, de que se me moje el pantalón cuando llueve, de no poder entrar a Operaciones con pluma y libreta, de que se sienten conmigo en la hora de la comida, que no se siente nadie conmigo en la hora de la comida, que mi trabajo quede trepado en el pinche cerro, que mi compu tarde quince minutos en arrancar, tener que ir al Burguer King para matar tres pájaros de un tiro, de tener que viajar 12 horas en autobús para casarme, de estar en Monterrey, de no estar en Monterrey, del sentido de la vida y filosofía de los taxistas y mi queja favorita: Arjona ... en fin, señores, que me quejo de todo.

Hace casi un año prometí no quejarme en un mes entero and it's like my mother always told me rana rana rana rana rana rana and codeine and God damn you little mothefucker if you ain't got nuthin nice to say then don't say nuthin!!! (pausa de reflexión errrr... UH, FUCK THAT SHIT!).

Ok, then...

El punto es que ahora that joke isn't funny anymore. Resulta que yo, la gran quejosa, the big complainer, la que se queja hasta de quejarse, ahora pasa sus días escuchando ajá pero sí, oh claro que sí qué más podría ser maldito y desgraciado karma sino QUEJAS!

Y no sólo eso, sino que en un verdadero sacrificio cuaresmeño me veo en la necesidad de ser estúpidamente amable con mis interlocutores.

Alguien me ha escuchado hablar melosamente con tono seductor de edecán de Tecate? Alguien me ha escuchado suavizar el tono cuando el emisor del mensaje alza la voz y pierde el control y grita que tú, Obama, Calderón y el mundo entero le están robando 0.28 centavos de dolar y NO ES JUSTO?

Noticias: de la vieja Criseida ya no queda nada. Ahora soy Dorian de Scrubs disfrutando cómo Perry Cox le escupe en la cara algún mordaz comentario. Ahora soy el tapete de la entrada de la puerta donde los clientes puede limpiarse los zapatos. Ahora soy la decencia y la amabilidad con patas y mis frases favoritas son "claro que sí, señor, entiendo lo frustrado que se siente", "no se preocupe, señora, yo aquí la espero mientras va y cocina sus bisteces", "con todo gusto, señor, claro que sí le ajusto sus cargos de larga distancia de las llamadas que hizo en su viaje a Texas, a todo mundo le pasa, todo mundo cree que Texas es México y México es Texas y Viva México, pues".
Errrr.... FUCK THAT SHIT BITCH!!!!
Hoy mismo pido mi cambio a Cobranzas, dicen que una jauría contesta los teléfonos y no se conmueven ni ante la mirada chillona suplicante irradiante de amor de un cocker spaniel.