Ok. Es 22 de diciembre. Faltan dos días para Noche Buena y faltan tres para Navidad. Dentro de unos cuantos días más se acaba este motherfucker 2010 y me gustaría hacer un recuento de los daños.
En primerísimo lugar, 2010 fue un año ESPANTOSO pero, como siempre, no me puedo quejar, sé que toda la mierda por muy mierda que sea sirve de abono. Ahora bien, me cogió el 2010 en Monterrey, aunque esa frase pude haberla dejado en "me cogió el 2010". Cuando yo era universitaria, una maestra en una clase pedorra de Liderazgo nos hizo escribirnos una carta a nosotros mismos dentro de, si no me equivoco, 10 años. Y creo que fui muy sincera conmigo en ese entonces y escribí algo así como "espero que no estés aquí todavía". Una de mis virtudes es la ambigüedad y esta misma ambigüedad me rompe el cuello porque, chingadamadre, es 2010 y yo sigo en Monterrey, sigo "aquí". Pero no importa, aunque 2010 fue un año espantoso aprendí muy bien mis lecciones y en la esfera personal sé que el pinche karma te va a seguir poniendo en las mismas situaciones hasta que superes eso que tienes que superar, así que, ahora puedo decirlo, lo mejor que me pudo pasar en 2010 fue estar en Monterrey, haciendo todo ese trabajo interno que me falta(ba). ¿Me iré algún día? No tengo la menor idea, pero ahorita no es algo que me preocupe o me interese con todo y que vivir en Monterrey ya no es tan seguro como lo era antes y es igual de peligroso que esas ciudades feítas tipo Juárez (and it's not a stab at Juaritos you know how I love Juaritos).
En fin, en el 2010 "perdí la cosecha y quemé el jacal", no es sólo que una mujer en la cual yo deposité malamente mi confianza cambió por completo el rumbo de mi vida profesional, sino que entré de telemarketer y luego de pelearme con una gringa no pude conseguir trabajo de nuevo por cuestiones súper inverosímiles, pero ESTÁ BIEN, hasta eso, chingao, hasta eso tenía (tengo) que aprender, a dominar el ego, el orgullo y con bastante humildad aceptar que no soy la mujer maravilla y que tengo que pedir un poco de ayuda.
En este 2010 no creo haber tenido pérdidas, creo, eso sí, que mis ganancias fueron intangibles. Ningún amigo se fue, ningún familiar. Todos "los míos" siempre estuvieron ahí y la verdad que soy muy afortunada de contar con la gente con la que cuento, de lo contrario habría hecho más idioteces de las que de por sí suelo hacer. Habría sido más duro entender que de todos los duelos, el perder a un hijo es el más cabrón y te toma muchísimo tiempo y hubiera sido más duro alcanzar a comprender que mi carrera, mi doctorado en Houston, fue un hijo que me mataron y al que no me alcanzaron las lágrimas para llorarlo. Lo importante de la metáfora es que ahora entiendo que nunca lo recuperaré, pero sé que eventualmente podré intentar tener otro.
Ahora bien. Monterrey. México. Pues también fue un año de la chingada, en algunos aspectos: Monterrey se puso horrible, con balazos por todas partes. Secuestraron al Jefe Diego. Mataron a Marisela Escobedo y nadie hizo nada. Alex destruyó la ciudad. Los festejos del Bicentenario nos supieron mal. Pasaron esta ley anti inmigrantes en Arizona... sólo por mencionar algunos eventos.
Veo a la gente muy paranoica y muy agüitada. Con una falta de amor indecible. A raíz de la tarjeta Feria me he peleado en este mes con más choferes que en toda mi vida y todo porque están desesperados y enojados que ya no tendrán cómo seguir robándose la feria ellos.
En fin, un año muy complicado para mí y para todo mundo, pero yo como Ofelia Guilmain "de pie como los árboles"... y además que siempre me apego a la sabiduría de mi jarocha consentida, beshototote, mi adorada YURI!!!
En fin, en el 2010 "perdí la cosecha y quemé el jacal", no es sólo que una mujer en la cual yo deposité malamente mi confianza cambió por completo el rumbo de mi vida profesional, sino que entré de telemarketer y luego de pelearme con una gringa no pude conseguir trabajo de nuevo por cuestiones súper inverosímiles, pero ESTÁ BIEN, hasta eso, chingao, hasta eso tenía (tengo) que aprender, a dominar el ego, el orgullo y con bastante humildad aceptar que no soy la mujer maravilla y que tengo que pedir un poco de ayuda.
En este 2010 no creo haber tenido pérdidas, creo, eso sí, que mis ganancias fueron intangibles. Ningún amigo se fue, ningún familiar. Todos "los míos" siempre estuvieron ahí y la verdad que soy muy afortunada de contar con la gente con la que cuento, de lo contrario habría hecho más idioteces de las que de por sí suelo hacer. Habría sido más duro entender que de todos los duelos, el perder a un hijo es el más cabrón y te toma muchísimo tiempo y hubiera sido más duro alcanzar a comprender que mi carrera, mi doctorado en Houston, fue un hijo que me mataron y al que no me alcanzaron las lágrimas para llorarlo. Lo importante de la metáfora es que ahora entiendo que nunca lo recuperaré, pero sé que eventualmente podré intentar tener otro.
Ahora bien. Monterrey. México. Pues también fue un año de la chingada, en algunos aspectos: Monterrey se puso horrible, con balazos por todas partes. Secuestraron al Jefe Diego. Mataron a Marisela Escobedo y nadie hizo nada. Alex destruyó la ciudad. Los festejos del Bicentenario nos supieron mal. Pasaron esta ley anti inmigrantes en Arizona... sólo por mencionar algunos eventos.
Veo a la gente muy paranoica y muy agüitada. Con una falta de amor indecible. A raíz de la tarjeta Feria me he peleado en este mes con más choferes que en toda mi vida y todo porque están desesperados y enojados que ya no tendrán cómo seguir robándose la feria ellos.
En fin, un año muy complicado para mí y para todo mundo, pero yo como Ofelia Guilmain "de pie como los árboles"... y además que siempre me apego a la sabiduría de mi jarocha consentida, beshototote, mi adorada YURI!!!
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