Ando en busca diuna ingrata...

Como tuve a bien a informar en entradas pasadas, si hay una luminaria en todo el firmamento artístico del mundo entero que haga que diga cosas como: Si hubiera vivido en su momento, habría nacido nada más que para cogérmelo, ése es Jorge Negrete. ¿Por qué? Es algo que mi madre trató de entender durante los tres años de enfermiza adicción a sus películas. Baste decir que realmente podía ponerme mal si alguien, llámese mi padre o el coro de la iglesia, programaba actividad alguna en el horario de las dos de la tarde los domingos, en el canal dos, la fuerza de la imagen. Me chutaba toda clase de programas especiales y compraba cualquier cosa que tuviera que ver con EL CHARRO CANTOR.

Yo pensé que había superado mi adicción, pero tristemente ha vuelto con fuerza inusitada. El día de hoy, mientras me ilustraba sobre la historia del cine en Monterrey, los chicos que se dedican a monitorear la programación en televisión sintonizaron el canal DE PELICULA. Casi muerdo a la mujer cuando intentó cambiarle mientras yo veía, sin mucho sonido, imágenes de la que, según my spider sense tenía que ser EL PEÑON DE LAS ANIMAS, la película donde debutó María Félix. No me quedó duda cuando, en la escena siguiente, apareció cantando desta tierra de cocula... ques el alma del mariachi vengo yo con mi cantaaaaaar... voy camino aguasacalientes a la feria de san marcos aver lo que puedo hallar....

En ese preciso segundo recordé que casi nunca pasan EL PEÑON DE LAS ANIMAS y que es una de las tantas que me faltan para completar la filmografía de Negrete. Sin embargo, justo cuando me disponía a mandar a Monterrey y su enciclopedia muy lejos, recibí la llamada del Sr. Mendirichaga para ver si ya había acabado con el primer tomo.

Fue una tortura para mí estar revisando la historia del cine en Monterrey mientras en la televisión pasaban una de las estampitas que le faltaban a mi álbum cinematográfico.

Definitivamente hoy no gocé de las simpatías divinas para salirme con la mía.