Comentan, especulan. aseguran que aún pueden verse vestigios en mi piel de locuras cometidas la semana pasada, cuando en una suerte extraña, regresé a la Ciudad del Movimiento decidida a no volver nunca más a este poblado de Santa Lucía, Villa de San Luis, La Ciudad Metropolitana Nuestra Señora de Monterrey.
Los testimonios rezan cosas como que en un acto desesperado, me subí a un anuncio panorámico en Periférico Sur, muy cerca a TV AZTECA y amenacé con lanzarme en plena hora pico. También las especulaciones afirman que me amarré a las vías del metro en un intento fallido de convencer a Ana de quedarnos por siempre jamás en la templada y lluviosa capital.
Lo que sucedió en realidad fue lo siguiente:
Yo: ¿Podemos quedarnos?
Ana: No
Yo: Voy a tirarme a las caudalosas aguas de Xochimilco en protesta
Ana: A ver quien paga tu reconstrucción facial
Yo: ¿De verdad no podemos quedarnos?
Ana: No
Y heme aquí, cual Guillermo Prieto, diciendo: ¿Es ciudad ésta o es laberinto?
Laberinto que no podré resolver.
1 comment:
Ya veo que el Plantón en el Ángel de la Indepencia no funcionó tampoco...
Que bueno que volviste, se te extrañaba por estos rumbos...
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