Wednesday, January 16, 2008

¿Dónde estabas cuando se alzó Marcos y el EZLN?

Yo era una niña apenas, pero recuerdo algo que hoy me puso los pelos de punta. El primero de enero de 1995, El Subcomandante Marcos y el EZLN se "levantaron en armas" y desde entonces el conflicto en Chiapas ha estado en el mapa de los conflictos sociales en México. A veces, cuando los periódicos sacan alguna noticia, me sorprendo diciendo algo parecido a "pero sí, es cierto, el EZLN todavía ocupa la Selva Lacandona". En fin, el punto es que hoy estaba leyendo la versión online de Milenio y me encontré con el siguiente encabezado: Pide el Episcopado se renegocie el TLC. Yo la verdad tomo las recomendaciones del Episcopado muy a la ligera, excepto porque en aquel año de 1995, y más específicamente 1994 en sus últimos meses, los salmos solían rezar de la siguiente manera: "Porque la guerrilla no invada nuestra ciudad... te lo pedimos, Señor". Algo así decía, no exactamente así, pero sí más o menos así. La palabra clave está en Salmo + guerrilla + nuestro ciudad o nuestro país + Te lo pedimos, Señor. ¿A qué voy con todo eso? A que justamente en esta nota de Milenio dice el remate: De no hacerlo hay riesgo de estallido social, advierte la jerarquía católica. En aquellos días mi familia y yo manteníamos cierto contacto con la iglesia debido a que mi hermana estudiaba en colegio de monjas. Y no dejé de sorprenderme cuando, cual voz profética, apenas entró el año se anunció el movimiento de Liberación Nacional, ante la mirada "te lo dije" de los sacerdotes.
Ah, qué tiempos tan extraños vivimos.
Más de una vez y con más de una persona he tenido esta discusión: ¿habrá un movimiento armado en México en los próximos años? La mayoría coincide en que no, en que son supersticiones o en todo caso fumadas de gente radical como Marcos o gente que ha perdido el juicio como López Obrador. Yo no sé qué pensar, lo que sí me parece muy real es la pobreza, que cada vez nos sirven una rebanada de pastel más delgadita y que aunque las variables de la macro economía dicten que éste es uno de los caminos más positivos para salir del hoyo, eso no representa ningún tipo de consuelo para miles y miles de personas en este irónico cuerno de la abundancia.
En fin, ya pronto veremos si el Episcopado tenía o no razón.

4 comments:

A. said...

El punto es, como dices, que la pobreza cada vez es más y las esperanzas cada vez son menos.... es la fórmula perfecta para levantamientos, aunque claro, sin pan... qué energía ni qué energía para levantarse, incluso del colchón.

Tania said...

Yo creo que culturalmente somos demasiado desorganizados para hacer nada--tanto política como movimientos populares, o deporte de alto rendimiento.
Yo estaba en Tlapacoyan, Veracruz, comiendo plátanos fritos. Por más fregado que esté el mundo, queda el consuelo de los plátanos fritos...que por lo demás son un homenaje al amor por la vida; una bomba de potasio y calorías: plátanos, aceite, crema, y por si fuera poco azúcar.

Carmen said...

Chin, ya se me olvido que iba decirte al leer este comentario de arriba, mi mente se puso como la de Homero Simpson y sólo visuali´cé los platanos, que poder tan jodidamente apendejante tienen mmmhh.
La verdad no había leido la nota, pero por primera vez en muchos años el episcopado habla con la verdad. Y eso que cuando Marcos se alzó en Chiapas por fin creí que había llegado el bueno... en fin, esperaré al bueno haciendome unos plátanos fritos con crema y canela.

Anonymous said...

Yp estaba en Corpus Christi festejando el año nuevo a la gringa! Por supuesto en aquel entonces yo todavía era pequeño burguesa!