Señorita, por favor...

No sé. De verdad no entiendo. Ayer fuimos unos amigos y yo a un Vip's como quien sigue frecuentando a ese amigo estúpido al que no le hablamos porque nada más no hay química y cuando uno decide darle una segunda oportunidad nada más de pronto te encuentras frente a él y dices "ya me acordé por qué NUNCA le hablo". Bueno, hagan de cuenta, así fue lo que sucedió en Vip's. Pero OK, lo admito, la culpa es mía por no entender que NO, uno no va al Vip's a chelear y no, uno no puede esperar que en el Vip's entiendan lo que uno espera cuando pide una chela.

El punto de todo esto es que yo tenía ganas de un tostado francés con café, así, bien abuelita yo. Pero como se me ocurrió ver el menú de más, pensé que tal vez pedir comida para que me trajeran una GARRAFA DE MICHELADA era buena idea. Yo dije, comparto la comida con una y comparto la garrafa con otra. Y así nos embaucamos solitas en la aventura y la trampa.

Luego de unos minutos, vino la mesera con la garrafa repleta y una botella de Corona a la mitad. Yo al principio dije "ok, debe tratarse de una equivocación" y cuando la chica regresó con una botella de jugo Magui, otra de salsa inglesa, otra de salsa Tabasco caí en cuenta: nosotros tendríamos que preparar la michelada.

No entiendo, de verdad no entiendo, por qué querría preparar yo misma mi michelada. No sé, es como si pidieras molletes y te trajeran el pan, los frijoles, el queso y el micro ondas!

Para colmo de males la garrafa estaba escarchada cuando en realidad tendría que estarlo el vaso. Y la más terrible de todas las fallas: POR NINGÚN LADO HABÍA LIMÓN!!!

Tal vez la estrategia a seguir debió ser, definitivamente, pedir dos cervezas y paulatinamente ir pidiendo cada una de las salsas: "Señorita, no sea malita, no me trae tantito jugo Magui" y así sucesivamente para evitar pagar un ridículo precio por una garrafa de michelada cuando en realidad habría salido más barato pedir las dos cervezas.

Hay veces en que no me puedo explicar dónde está Dios en esos momentos.