aunque se acabe de infartar mi abuela

digamos que a mí me gusta sacar a pasear a mi naca interna. digamos también, que no es que una sea naca, sino la ocasión hace a la naca. digamos que es muy naco hacer tal o cual cosa. pero digamos que todo lo que tiene que ver con las celebridades mexicanas no tiene ningún tipo de cura ni de salvación: simplemente es naco.

cuando tenía nueve años y fui a comprar unos nachos con mi hermano, a un puesto que estaba cerca de mi casa empezó mi maldición: ese día vimos a tomás boy y, enajenados por la furia del trigre, le pedimos un autógrafo. creo que fue la primera firma de celebridades. luego vinieron más. muchas más. una larga lista entre actos de desfiguro, autográfos y fotografías. LO CONFIESO, SOY UNA GROUPIE ADICTA A LA FARÁNDULA MEXICANA.

le gustaba el elote desgranado

Creo que estoy mintiendo en que la maldición empezó con tomás boy, creo que empezó desde antes, cuando le exigí a mi papá que me comprara un cassete de Lázaro Salazar para formarme en la fila de niños que le pedían autógrafo. Bueno, pero compré el más cool, donde venía hola don pepito, hola don josé, whatever that means.

¿se acuerdan cuando le dio por ser grupero?

Luego en la secundaria fui a recibir, con bombo y platillo a la espectacular Gloria Trevi. Nos llevó el papá de unas amigas que yo creo que conocía a la sirvienta, porque nos dejaron entrar hasta a la cocina. No, de hecho no, entramos por la cocina y estuvimos fisgando todo ahí adentro. Luego de un rato, entró Gloria Trevi y salgo de colada como en dos fotos; el autógrafo, dijo, nos lo iba a hacer llegar, pero yo ahí sí dudo que la Trevi nos haya firmada nada. De hecho, escribió mal mi nombre, por eso decidí nunca más comprar sus discos, aunque la perdoné cuando sacó el recuento de los daños.

con razón Pollito tenía pedos en la Pícara Soñadora

Pero ahí no toqué fondo: perseguí a Juan José Origen en Plaza Fiesta San Agustín; le pedí su e-mail a Carlos Monsiváis; me tomé una foto con Otto Sirgo; con Laura Zapata antes de su secuestro; me salté unas vallas de seguridad en el Zócalo para tocarle las bubs a Libertad; le canté a la hija de José José; me tomé una foto con Angélica Aragón y le dije: "Andreaaaaaa!!!! Ya sé quién es el asesinoooooo"; burlé la pejeseguridad y le estreché la mano a Jacobo Zabludowsky... en fin...

Por eso cuando el sábado pasado, cuando Ana me dijo que íbamos a una piñata de una compañera suya de la escuela, me dijo con dolo y saña lo siguiente, luego de que ella, como Juan por su casa, se metió hasta la cocina: "Si me hubieras acompañado a saludar, habrías conocido a la abuelita de Gloria Trevi". Iba a dejarle de hablar, pero a la hora de romper la piñata, la señora salió y yo creo que me le quedé viendo muy acosadora, porque terminó por hablarme y decirme "están muy buenos los Nerds... pon la mano", y me dio. Yo me avergoncé, por supuesto, pero me dio más y hasta una paleta. Iba a pedirle que se tomara una foto conmigo, pero las únicas razones para justificar mi petición iban desde:

A) Nombre, señora, me cayó súper bien y pues... vamos a soltarnos el pelo
B) No, ya en serio, dígame su opinión del clan Trevi - Andrade
C) Quiero tener un momento Kodak de cuando tan amablemente me compartió de sus Nerds

D) Quiero probar que no se infartó usted cuando su nieta se soltó el pelo.

El punto fue que mejor saqué mi cámara y disparé en plena soplada de vela, cuidando de tomar el ángulo donde la susodicha aparecía.

Ayer en la noche, Ana me preguntó si había escrito algo al respecto y le dije "no, me da pena, qué tal si alguien de la familia googlea ABUELA DE GLORIA TREVI". Muy divertida me contestó: "Ay, Criseida, nadie google a la abuela de Gloria Trevi". Al ver mis mejillas sonrojadas dijo muy seria: "Criseida: debes postear que googleaste a la abuelita de Gloria Trevi".

Y me dio de sus NERDS.