My very own Personal Facebook Policy

O en español, como dice Mr. Pomel "porque se oye más chido chingas a tu madre que motherfucker": Muy mi pedo a quién borro o dejo en el feisbuk.

El 23 de agosto de 2007 escribí una entrada donde confesaba mi adicción al Facebook en la cual me quejaba lastimeramente que no había podido encontrar a nadie de mi secundaria ni de mi primaria. Well, 2 and a half years I'm as Rude as Jude o lo que es lo mismo, sigo sin encontrar a un solo compa de la primaria pero ya he encontrado casi a todos los de la secundaria y sí, señores, ya encontré a la maestra Simona.

En fin, que en dos años y medio esto del Facebook ha sido un parteaguas en la comunicación humana. Parece que borrar a alguien o no aceptar un friend request es mucho más grave que lo que en antaño solíamos llamar "la ley del hielo", es decir, parece que es una ofensa mucho más grave que dejarle de hablar a alguien en la vida real. Las convenciones sociales parecen haber evolucionado a no percibir falta de educación cuando alguien no te dice "hola, por favor y gracias" pero sí cuando alguien a través del servicio de mensajería instántanea te escribe VAS Y CHINGAS A TU MADRE, porque claro, las mayúsculas indican que te está gritando lo cual inteligentemente te hace deducir que nuestro hipotético interlocutor está diciéndolo en serio y no es una de esa bromas tan mexicanas que no podrían ser interpretadas como un insulto.

El punto es que Facebook parece permitirnos la esquizofrenia. Tenemos a nuestro alter ego, a nuestro otro yo, a una partecita tan tierna, vulnerable e indefensa de nuestro ser actuando en ese violento mundo virtual viviendo una vida paralela y de pronto nos entra esa paranoia de la privacidad como si un viejo se hubiera metido a tu casa y estuviera leyendo no sólo tu diario personal sino también estuviera viendo tu album familiar y se estuviera masturbando con tus fotos del viaje a la playa. Y no sólo eso, sino parece que este viejo virtual también tuviera poderes telepáticos y omnipotentes y además de estarte leyendo el pensamiento está pasando una mirada de rayos láser tipo Súperman y adivinara uno a uno tus sentimientos. Pues EXTRA EXTRA TENEMOS NOTICIAS: Eso de cualquier forma pasa!!!! No necesitas ser Niurka para ser el chisme caliente de tu familia, de tus amigos, de tus compas de trabajo. La gente con o sin acceso a tu facebook de cualquier forma habla, para empezar; y para continuar yo no veo a nadie poniéndote una pistola en la cabeza para que escribas en tu status: SE ME HACE QUE TENGO DIARREA PORQUE HOY HICE AGUADO. Ni nadie te pone una pistola para cambiar tu relationship status y decir que Songo le dio a Borondongo, Borondongo le dio a Bernabé, Bernabé le pegó a Muchilanga, le echó a Burundanga y se la cogió con los pies.

Creo que desde que estoy en Facebook habré borrado a dos o tres personas porque realmente me provoca angustia no saber de dónde conozco al contacto y porque mi política de aceptar gente en Facebook es haberla conocido en persona.

Yo, a la fecha, no he eliminado a ninguno de mis contactos por pasión, ni creo que lo haré. Lo que me parece que carece de sentido es tener a gente que no conozco, nunca me habla, nunca le hablo y al parecer nunca lo haremos, o sea, transportado a términos de la vida real: Nunca le dejaré de hablar a una ex novia, ex amante, amigo que se enojó por algo que hice, ex jefa, ex-persona-que-me-gustaba-pero-me-bateó, la novia de la ex-persona-que-me gustaba-pero-me-bateó, amigo-amiga-familar-de-una-persona-que-me-importaba-mucho, a un familiar, compañero de clase, de trabajo, porque en la vida real no les sacaría la vuelta para no saludarlos, al contrario, creo que hasta les preguntaría cómo han estado y aunque a veces la temperamentalidad de mi carácter no me deja ser amable con los extraños pues tampoco pienso que haya que ser amigo de todas y cada una de las personas con las cuales te topas en la calle.

Porque uno es y no es la persona que está en Facebook, pero uno es y no es en el trabajo, así como también uno es y no es en la escuela, como en las reuniones familiares...
Así que a las personas que borro de mi vida son a las que ni siquiera han estado, o sea, a los extraños, a los que probablemente nunca tenga que ver frente a frente y negarles el saludo.