No me había percatado de la dieta alta en repollo que implica comer chatarra y porquerías fuera de casa. Todo empezó con mi adicción a los tacos callejeros, en ese afán de probar la gastronomía hasta sus últimas consecuencias y como ahorita la alta cocina no figura dentro de mi vida, me he dedicado a explorar las cuestiones elementales de los platos económicos de Monterrey.
No sé absolutamente de ninguna propiedad curativa del repollo. No sé ni siquiera si contiene alguna cosa relevante, no sé, Omega 3 o algo así. No sé si en grandes dosis resulte mortal. Pero el punto de todo, la conclusión a la que he llegado es que "no hay taco a vapor sin una generosa porción de repollo". ¿Por qué? No me lo explico. A lo mejor los tacos a vapor son tan insulsos y para llenar necesitarías comer la olla entera y los taqueros decidieron proporcionar medio repollo en cada orden para que el cliente sienta satisfacción de manera inmediata.
También encontramos repollo en las tostadas "preparadas" del señor del triciclo que es popularmente más conocido como "el señor de las tostadas". Las tostadas son un hoyo negro en mi comprensión de la gastronomía popular. La manera más económica de comerlas es pagando el derecho a ponerles limón, sal y salsa verde o roja cuyo único requisito es que pique endemoniadamente para provocar la adicción, el deporte extremo de "me voy a comer otra para que se me pase lo enchilada". Pero si nos topamos con el "señor de las tostadas" en días de opulencia, bien podemos comprarlas "preparadas", cuyo complicado proceso consiste en: 1) Sacar sin romper la tostada de su bolsa, 2)Embarrarle una cucharada de peltre de frijoles refritos y refríos, 3) espolvorearle finas hebras de repollo y 4) aniquilar cualquier posibilidad de insipidez con la endemoniada salsa ya citada.
Ahora, que si nuestro gusto por lo chatarra se empeña en coincidir con un poco de conciencia saludable, existe la opción de comprar un "durito preparado", donde preparado, parece ser sinónimo de repollo.
Espero que el repollo:
a) Sea el nopal del siglo XXI.
b) Funcione como afrodisiaco en noches de verano.
c) Sirva para desechar las toneladas de aceite que recorren por mis venas luego de una orden de tacos a vapor.
d) Cure molestias derivadas por el consumo exagerado de salsas endemoniadas.
e) Despierte en mí un poco la curiosidad y me obligue a gogglear o wikipediar sus milagrosas propiedades curativas.